ESPINACAS

Muy popular desde hace muchísimos años gracias al personaje de dibujos animados, Popeye, que cada vez que consumía una lata de espinacas en conserva, multiplicaba su fuerza.





La espinaca es una planta que se cultiva todo el año y que sus hojas, de un color verde oscuro, son comestibles muy apreciadas.
Las hojas de espinaca son excelentes para acompañar carnes. Se pueden servir hervidas, con un chorrito de aceite crudo, fritas o guisadas con legumbres.
La planta fue introducida en España por los árabes en el siglo XI (éstos a su vez, la trajeron de la antigua Persia), y de ahí, se extendió más tarde a toda Europa.

Es rica en vitamina A, C y E,también es rica en Yodo y contiene varios antioxidantes. Contiene además vitamina B y ácido fólico, que ayuda a la formación de anticuerpos y al enriquecimiento de la formación de glóbulos rojos y blancos de la sangre.
 También aporta magnesio, importante energético y que además, se relaciona con el buen funcionamiento intestinal. El magnesio nos ayuda a reconciliar el sueño
A destacar su riqueza en clorofila (potente antioxidante).
Su alto contenido en zinc y en ácido fólico la hacen apta para las embarazadas.

Se ha de consumir con cierta moderación por su alto contenido en ácido oxálico.
Aunque se han de consumir enormes cantidades para que repercuta en la salud, como pasa con todo tipo de alimentos.
Dos o tres veces por semana sería una dieta recomendable. Y  hervida, mejor que cruda.
Se conserva muy bien congelada, y es una de las verduras más baratas del mercado. La podréis encontrar congelada en cualquier supermercado. Se descongela sumergiéndola unos minutos en agua hirviendo.
Una vez descongeladas se puede servir tal cual, con un chorrito de aceite de oliva, o frita con unos ajitos, o en tortilla, que por cierto, podéis encontrar la receta en este mismo blog.